Hora de luchar

Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida domingo, enero 03, 2010


En realidad, la hora de luchar llegó hace ya mucho, hace seis años para ser más concretos; el problema está en que no me di cuenta de ello hasta hace muy poco.

Hay personas que sostienen que, si se desea algo con fuerza, si se da todo por alcanzar ese sueño, acabas por conseguirlo; otras posturas más estépticas afirman que nada es seguro, excepto el consuelo de saber que lo has intentado. Sea cual sea el punto de vista, ambas comparten un postulado; si quieres algo, si de verdad lo quieres, has de actuar.

Y el problema de la gente demasiado soñadora, como yo, es que a menudo nos dejamos llevar. Podría aplicarse en muchos sentidos, pero ahora mismo me refiero a dejarse llevar en el tiempo, a dejar que éste transcurra sin pena ni gloria. Nos olvidamos... Bueno, creo que es injusto usar el plural en una confesión como ésta. Me olvido de que, realmente, conseguir mis propósitos, ser la persona que quiero ser depente en gran parte de mí misma. De que, sean breves o duren milenios, todos los viajes comienzan dando el primer paso. Es algo tan sencillo, tan asimilable, que lo olvidé. Y dejé pasar el tiempo entre excusas y quehaceres, experiencias nuevas y otros proyectos... En realidad bastaría con decir "excusas"; el resto puede catalogarse de esa forma.

En fin, mejor tarde que nunca; al menos puedo decir que este tiempo de "paro" me ha servido para madurar un poco más y ver las cosas desde otra perspectiva. Y eso me va a servir como impulso, como sustento, para lanzarme ahora al campo de batalla, a perseguir mi meta.

Desde que me di cuenta (gracias a mi tutora de primero de E.S.O. a la que, aunque no lo sepa, le estaré eternamente agradecida por abrirme los ojos) de que mi mayor anhelo era ser escritora, siempre he vivido amordazada por las inseguridades, por el miedo. Me refiero, por supuesto, a todos esos miedos que sienten los escritores noveles arropados en la inexperiencia; el rechazo, la falta de inspiración, la llegada del posible día en que ese sueño se vea definitivamente frustrado. Por suerte, esa inseguridad no ha afectado realmente a lo que escribo. Me alegra darme cuenta de que ese "problema por solucionar" no me impide abrirme a la hora de escribir, no me obliga a expresarme y a crear historias conforme a la crítica.

Pero someterse al letargo de la inseguridad, al refugio del no hacer nada, a pesar de asegurarme bienestar a corto plazo, me horroriza. Me aterra el final que puede ofrecerme ese refugio, un final apático y frustrante. He decidido pasar, de una vez por todas, a la acción. Voy a trabajar duro, a sufrir caídas y humillaciones, a levantarme a base de fuerza de voluntad. Porque ya va siendo hora de superar esa asquerosa inseguridad. Porque quiero poder decir, no con la boca pequeña sino alto y claro, "al menos sé que lo he intentado".

A éste tipo de posts suelo llamarlos "discursos antes de la batalla", he ahí el porqué del título. Puede parecer repetitivo y cargante al ser leído pero... ¡qué bien sienta escribirlos!
¡Es hora de luchar, joder!



PD: llegué a pensar que había abandonado el blog, pero al parecer sigue vigente (sí, ni siquiera yo sabía qué iba a ser del blog de una cucaracha). Me siento culpable por ponerme a resucitarlo cuando más trabajo tengo por terminar XP







PD numero 2: No puedo pasar sin poner esta cancion: