Cuentos raros para ratos muertos

Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida viernes, diciembre 12, 2014


A principios de 2014 se me ocurrió cierto plan cucarachil, de estos del tipo "¿Y si...?". Empecé a darle vueltas a la idea de narrar una serie de cuentos en un formato diferente al escrito, que tuviera más que ver con lo auditivo y tal vez con lo visual. Lo que quería conseguir, en resumen, era encontrar nuevas formas de expresar literariamente, experimentando con otros elementos ajenos al texto en sí.
Ese proyecto, el cual estuve digiriendo y planeando durante bastantes meses, fue mutando de forma. Pensé primero en la posibilidad de grabarlos en audio, como un audiolibro de relatos casero con banda sonora incorporada; sin embargo, me parecía que ese plan no cuadraba del todo con la idea que yo tenía en mente. Así que, finalmente, me decanté por el vídeo y por aprovechar las herramientas que youtube me podía proporcionar.
Aun así, todavía transcurrió bastante tiempo hasta que el proyecto comenzó a tomar consistencia. Tenía  algunos de los cuentos escritos, pero no me decantaba por la forma de contarlos. ¿Debía salir yo en el vídeo necesariamente? (lo pensé al principio, pero acabé rogándome a mi misma que cambiara de idea). ¿Sólo debía aparecer la voz? ¿Y qué pasaba con el texto? 
Dudasdudasydudaspordoquier.

Finalmente, hace un mes aproximadamente, el primero de los cuentos salió a la luz. Así que podemos decir que mi proyectito ya está en marcha después de meses de crianza. ¡Otro de mis pequeñines ha empezado a andar! Y espero que siga andando mucho tiempo.

Cuentos raros para ratos muertos es una colección de cuentos... bueno, raros. No exactamente infantiles, no exactamente para adultos. No son cuentos de "y comieron perdices". No es que sean aterradores ni despiadados, pero sí te dejan el cuerpo raro, sobre todo a medida que le das vueltas al destino de sus persojanes. Son cuentos donde las cosas no son lo que parecen, o tal vez sí lo sean pero no transcurran de la forma en que hubieras pensado.

¿Os gusta el planteamiento? Descubrir el contenido sólo os llevará unos 10 minutos. Aquí están los dos primeros cuentos: en los próximos meses vendrán más. Palabra de cucaracha.



Sí: la que narra soy yo. La verdad es que este proyecto me está ayudando un poco a dejar de odiar mi propia voz. Después de oir cada cuento 40 veces mientras edito el vídeo me he acabado acostumbrando 

Estoy entusiasmada con esta idea y me está pareciendo muy entretenido hacer los vídeos. Hasta la parte de agarrar el micro y liarme a narrar me está gustando cada vez más, Además, supone un reto también a la hora de escribir los cuentos, porque hay que tener en cuenta su futura adaptación alvídeo. En resumen: me encanta.

Y espero que a vosotros os guste también ^^

¡Nos vemos!

Guerra, sangre y muerte en el Mangafest

Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida jueves, noviembre 27, 2014

¿Qué? A ver si la prensa va a ser la única que puede jugar con los titulares alarmistas. Jum.

Seguramente habréis oído por ahí en los medios de comunicación, independientemente de si estáis metidos en el mundillo del manga o no, todo el lío que se montó en el Mangafest que tuvo lugar el fin de semana pasado en Sevilla. Que si policía, que si desalojo de gente en masa, que si se sobrepasó el aforo, que si podría haberse producido otro Madrid Arena... La gente está indignada con lo sucedido y las críticas a la organización del evento siguen extendiéndose por las redes sociales. Y es que el asunto tiene manga mandanga (chiste malo, soy consciente).
Yo estuve allí el sábado y me encontré en medio de todo el asunto durante varias horas. Y, la verdad, aunque al final pude acceder al interior, tengo que decir que encuentro muy razonable que la gente esté indignada. Yo también lo estoy.

Os cuento mi versión de los hechos


Mis amigos y yo habíamos quedado por la mañana para preparar nuestros cosplays. Tres de nosotros íbamos de enfermeras de Silent Hill; por tanto, venda-p'arriba-venda-p'abajo, que si échame más tinte rojo por el mono que está demasiado limpio, que si salimos o no salimos, llegamos al FIBES sobre la 1 de la tarde. A esa hora ya había una concentración inmensa de personas en la plaza del exterior, pero dimos por sentado que era gente fluyendo dentro y fuera del recinto para tomar un poco el aire o salir a comer algo. Así que nos dirigimos directamente hacia las colas para entrar.

Tengo que aclarar que todos nosotros teníamos la entrada previamente comprada por internet desde hacía más de una semana. Cuando las compramos, especificamos en la web que las queríamos para el sábado. Sin embargo, al imprimirlas en el papel sólamente ponía, aparte del código de barras y demás, "Entrada de 1 día". Nada de sábado, solamente "1 día". Doy por sentado que las entradas del viernes y el domingo eran iguales también.

Total, como decía, nos dirigimos a las puertas de entrada. Como había varias puertas, preguntamos cuál correspondía a la gente con entrada anticipada y nos indicaron una de ellas (no recuerdo cuál exactamente). Allí, durante una espera que se nos hizo eterna, empezamos a darnos cuenta de que ninguna de las colas se movía. Además, encima, allí no sólo había gente con entrada anticipada, sino también personas con entrada comprada en las taquillas y otras con el sello ya puesto en la mano, intentando volver a entrar.

Cuando la espera empezaba a ser ya demasiado larga, comenzaron a extenderse los rumores: que si el aforo estaba completo y no dejaban entrar a nadie más, que si seguían vendiendo entradas en las taquillas... Obviamente empezamos a mosquearnos por el hecho de que no nos dejaran entrar a pesar de tener las entradas compradas por internet, después de habernos currado el Cosplay y haber planeado el día con toda nuestra ilusión. Una de mis enfermeras siniestras fue a investigar la manera de poner una hoja de reclamaciones y, después de que la marearan durante un buen rato enviándola de un sitio a otro, acabó descubriendo que se estaban negando a dar más hojas de reclamaciones. ENCIMA. La recomendación que nos hicieron (desconozco si fue de parte del staff o de otro tipo de personal implicado, la verdad) era que llamásemos en masa a la policía para quejarnos de la situación, teniendo en cuenta la inmensa cantidad de gente con entrada que se estaba quedado fuera. Así lo hicimos.

Al cabo del rato, llegaron algunos policías; nosotros, desde nuestro sitio en la cola (donde ya habíamos empezado a hacer colegas, pues el aburrimiento y la exasperación de una cola inmóvil une a la gente hasta límites insospechados) sólo los vimos pasar al interior y nada más. La gente empezaba a agitarse y a gritar pidiendo que se les devolviera el dinero, aunque en ningún momento se formaron avalanchas ni se dieron altercados de enfrentamientos físicos ni grandes disputas. Vamos, que todos cabreados pero nada de peleas.

Sólo sé que poco después de llegar aquellos policías, las colas empezaron a moverse muy poco a poco. Los voluntarios que estaban en las puertas recibían órdenes de cuándo abrir y cerrar las puertas y comenzaron a dejar entrar a gente con cuentagotas. La verdad, es de admirar la paciencia y el talante que mostraron todos esos voluntarios con la gente, que se mostraba cada vez más impaciente y desesperada por entrar (y no es de extrañar: yo estuve a punto de marearme de tanto esperar de pie apretujada entre el gentío y sin probar bocado desde hacía demasiadas horas). Ellos supieron mantener una situación insostenible y es de agradecer su deseo por ayudar a la gente que esperaba para entrar.
Y por fin, por fin, POR FIN, nos tocó el turno de entrar. Creo que fue sobre las 4 de la tarde, 3 horas después de empezar a hacer cola (con el consiguiente hambre voraz que veníamos arrastrando).  Cuando pasamos por la portezuela de entrada, la encargada de vigilar nuestra puerta ni siquiera nos pidió la entrada. Ni siquiera comprobaron si teníamos algún trozo de papel en la mano. Nada. Supongo que esto se debió a la situación límite que estaba teniendo lugar, y supongo también que antes de que empezara el alboroto sí comprobaban las entradas, pero me gustaría señalarlo igualmente.

Cuando accedimos al interior con la decisión de no volver a poner un pie fuera hasta que nos echasen, aún dejamos a nuestras espaldas a muchísimas personas con entrada o sello intentando entrar. Y el asunto es que el interior del pabellón estaba igual de abarrotado. He estado antes en otros eventos similares y siempre suelen estar repletos, así que no me aventuraré a asegurar que se había sobrepasado el aforo de personas que cabían en el interior. Pero, desde luego, allí no cabía un alfiler.

Fue luego, desde dentro, cuando nos enteramos de los rumores. Al parecer había llegado la policía, pero esta vez a lo grande, y habían desalojado el exterior y cerrado definitivamente las puertas, echando a muchísimas personas con la entrada comprada y con el sello en la mano.

Esta fue, en resumen, nuestra odisea hasta que logramos entrar al Mangafest. Una experiencia desagradable que espero que no se repita en otras ediciones (si las hay). La organización del evento ha emitido un comunicado oficial en el que intentan aclarar lo sucedido. Alegan que en ningún momento se vendieron más entradas de las que permitía el aforo y que todo el embrollo se originó porque, al acabarse las entradas disponibles y cerrar las taquillas, la gente sin entrada acudió en masa a las puertas y se produjo un bloqueo que impidió que los que sí teníamos entrada pudiéramos acceder.

Pues bien, incluso si doy un voto de confianza a este comunicado y me creo que no se vendieron más entradas de la cuenta, a mí sigue sin convencerme esta justificación. Sigo pensando que la organización fue pésima y que sus errores fueron los que ocasionaron el desastroso desenlace del sábado. Cuando llegamos a las puertas, la cola era aún breve y nos quedamos muy cerca de la barrera de entrada, y allí no había ningún pelotón de gente sin entrada buscando información. Allí solo había gente con entrada con las puertas cerradas en sus narices. Además, incluso si este caso se hubiera producido en el resto de entradas excepto en la que yo estaba, ¿no pudieron colocar a alguien poniendo orden en las colas, como es lo normal, previendo la cantidad de personas que acuden en masa a estos eventos los sábados? También he llegado a escuchar casos en los que se le echa la culpa a la gente que se colaba en el recinto por puertas no-oficiales, llenando el aforo y dejando fuera a gente sin entrada. Señores, esto también es un error de la organización. Siempre que hay un evento social, la gente va a intentar colarse. Siempre. Hay que tomar medidas contra eso.

Como he comentado, el interior estaba llenísimo y fuera había demasiada gente con entrada. Huele un poco a chamusquina, la verdad. Voy a ser buena y a echarle la culpa de esta superpoblación al hecho de que en las entradas anticipadas no constase especificado el día para el que se habían comprado. Otro fallo de la organización

En resumen, que fue un fiasco enorme. Nosotros todavía tuvimos la suerte de poder entrar y disfrutar del Mangafest por la tarde, pero muchos otros no pudieron. Como persona apasionada de los salones que soy entiendo la enorme decepción que esto supone, y sé perfectamente los muchísimos seguidores que va a perder este festival en futuras ocasiones (repito: si las hay). Una lástima, teniendo en cuenta que éste en concreto estaba en auge. Pero, sinceramente, ellos se lo han buscado.

Agradezco una vez más desde aquí a todos los voluntarios que se toparon de bruces con una situación tan difícil y supieron lidiar con ella. Gracias por poner todo vuestro esfuerzo en que las cosas saliesen bien. También agradezco que los organizadores del Mangafest hayan puesto a disposición un servicio de devolución del importe de la entrada para los que no pudieron entrar el sábado.

...

Pero bueno, terminando con la extensa crítica (¿Tocho? ¿Quién ha dicho tocho?), doy paso al momento "wiiiii". La verdad es que, una vez dentro, pasamos una tarde muy divertida en el Mangafest. Wiiiiii.
¿Cuál soy?
Lo que empezó a levantarme el ánimo en seguida, después de todo el suplicio del exterior, fue el hecho de que la gente nos empezara a parar a saco para sacarse fotos con nosotras. Hacía años que no me cosplayaba y me hizo muchísima ilusión. Creo que no me habían pedido fotos desde que me disfracé del sombrerero loco en unos carnavales (una amiga me maquilló de tal forma que de verdad parecía Johnny Depp). Yo también me puse en seguida a pedir fotos a los cosplayers que me iban gustando. Recuerdo especialmente a un Big Daddy MUY currado, a algunos miembros de Akatsuki, a un Joker (de los de Jack Nicholson), a un Sora... La lástima es que, mientras esperaba en la cola, había visto a un Edward Elric y a un Rey Hielo que me encantaron, a los que no pude localizar dentro T_T Tengo una maldición con los Edward Elrics de los salones, nunca consigo foto con ninguno.

Aparte de nuestra repentina fama, el hecho de llevar toda la cabeza vendada me dio una curiosa sensación de libertad (vamos, el poder hacer el ganso sin riesgo de que me identificase algún conocido), por lo que fue muy divertido "cafrear" por allí. Aunque no todo se redujo a las fotos y a hacer el payaso; también estuvimos probando algunas de las actividades, las que la muchedumbre nos permitió: le sacamos algo de provecho a la ludoteca y también probamos una partida del Final Fantasy de mesa que habían montado.

Y, como no podía faltar, compramos cosas.

No sé si he comentado alguna vez por aquí mi gran amor por el merchandising. Me chifla. Estar rodeada de pequeños objetos sacados del universo de las series/libros/videojuegos/loquesea que me apasionan es una sensación maravillosa. Así que no podía faltar llevarse algún recuerdo, aunque fuese pequeñito. En mi caso cayeron unos pendientes de Creepers hechos con hama beads, una chapita que me tocó en una tómbola y un giratiempo. ¡Tengo un giratiempo! ¡Por fin!
Temblad, diferentes líneas temporales englobadas en una sola trama. Temblad.
En fin, que acabamos con los pies hechos trizas y la cabeza al rojo vivo de llevar todo el día las vendas puestas, pero fue un puro cachondeo hasta que nos fuimos casi a la hora de cerrar. Eso sí, me dio rabia no poder encontrarme con Silbilia por culpa del cachondeíto del no dejar entrar a la gente que había salido a comer. Y al final no pudimos apuntarnos a la mitad de las cosas que teníamos pensadas. Pero bueno, el recuerdo general es estupendo. Y no veas cómo perfeccioné el caminar raro de las enfermeritas de Silent Hill.



¡Qué bueno es frikear de vez en cuando con los amigos!

Esto es todo por el momento. Espero que hayáis encontrado interesante mi testimonio de lo sucedido el sábado y os haya gustado la parte feliz de esta "pequeña" entrada. No perdáis la esperanza, Mangafesteros.

 ¡Nos vemos!


Las manualidades de Cucaracha

Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida jueves, noviembre 20, 2014





Creo que ya he comentado varias veces desde el verano (por no decir que he estado dando la murga con el temita hasta recibir 3 amenazas anónimas de muerte), mi paso por las jornadas TdN de este año me ha dejado secuelas. MUCHAS secuelas, algunas más vergonzosas que otras. No he vuelto a mirar al papel higiénico de la misma forma El caso es que una de esas secuelas es mi repentina afición por hacer trabajos manuales. Es un hobbie que hacía años que no practicaba y que, oye, produce una satisfacción y un apacible placer difícil de describir (supongo que algo semejante a las sensaciones que despierta el cuidado de las plantas... Digo "supongo" porque no he cuidado de una planta en mi vida, sin contar mi Proyecto de Fin de Carrera).

Las primeras fotos corresponden a mis primeras obras hechas con gomaEVA. Me ha gustado el tema de hacer llaveritos de personajes de series, dibujos animados, videojuegos... Le tengo especial cariño al mini-Desdentao (cómo no), a Marceline y al chibi- Cthulhu. 

Las últimas dos fotos corresponden a otro tipo de manualidad. Mi "Buba" tuvo su origen gracias a un kit de costura de "Haz tu propio monstruo" creado y comercializado por Pasión DeSastre. Lo vi en las TdN y me enamoré. ¿Sabéis eso que dicen de que nuestro cerebro toma las decisiones antes de que lo sepamos? Pues algo así me pasó: en el fondo supe en cuanto lo vi que me lo acabaría llevando. Y así fue... ¡Y qué contenta estoy con esa "decisión involuntaria"! Buba ha quedado monísimo. Y me ha despertado el gusanillo de seguir cosiendo bichos. Ya tengo a mi próxima víctima...

Y nada, ahí sigo haciendo manualidades. Ya he hecho más llaveritos, pero aún no les he hecho fotos. Seguiré subiendo entradas con mis nuevas creaciones.

Y vosotros, ¿también le dais a las manualidades? ¿Qué tipo de cosas hacéis?

¡Nos vemos!

Mi colección de libros firmados por sus autores (¡y sus anécdotas!)

Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida martes, octubre 07, 2014

¡Muy buenas! Casi cumplo con mi idea de escribir una entrada al mes. ¿Podemos decir que los 10 primeros días de octubre cuentan como septiembre?

En fin, que los plazos y yo no nos llevamos bien ya está más que comprobado. Ahora pasemos a otro tema.

El fin de semana pasado estuve en el Encuentro de Literatura Fantástica que se celebra cada año en Dos Hermanas. Es el 4º encuentro al que voy, pues el ambiente que se respira por allí es adictivo y me enganchó desde el primer año. A día de hoy sigo intentando recuperarme de esa sensación de "borrachera literaria" que pillé el sábado.

El caso es que, mientras volvía felizmente a mi hogar con mis libros firmadetes por Victoria Álvarez y Manel Loureiro (dos ponentes de este año en el Encuentro), me puse a pensar en aquellos días, que parecen todavía tan recientes, en los que yo leía crónicas sobre ferias del libro y encuentros literarios en diversos blogs y pensaba con frustración: "No tengo ni un solo libro firmado por su autor". Era un vacío que me pesaba, porque considero que el hecho de que un autor te dedique un libro con su puño y letra es un acercamiento muy bonito. Técnicamente es sólo un garabato, pero ese garabato ha sido escrito por la misma persona que ideó el universo que se encierra en esas páginas, y te lo ha dedicado solamente a ti. En fin, no sé para qué me esfuerzo en explicarlo: seguramente los que os paréis a leer esta entrada ya conocéis esa sensación de satisfacción que producen los libros firmados.

El caso es que, después de evocar aquellos recuerdos, comencé a hacer la cuenta de todos los libros firmados que he ido consiguiendo durante estos años. Y oye, no son pocos; que yo recuerde, ahora mismo tengo 19 en total (puede que se me haya escapado alguno. Espero que no).

Aquí os pongo la foto de las dedicatorias en cuestión junto con la breve historia de cómo y dónde las conseguí. Lo cierto es que hay algunas anécdotas bastante curiosas.


Manel Loureiro - Apocalipsis Z: el principio del fin.
Voy a empezar por las firmas que he conseguido en este ELF2H. Conocí a Manel por primera vez en el Encuentro de Dos Hermanas de 2011, cuando llevó a cabo junto con Antonio Martín Morales aquel memorable debate de Vampiros vs Zombies (¡todavía tengo guardado por ahí un archivo con las frases más célebres que se dijeron en aquel debate!). Quise comprar El principio del fin en aquella ocasión para poder llevármelo firmado, pero por desgracia no llevaba suficiente pasta encima. Así tal cual se lo confesé al autor (se quedó un poco WTFado, como es de esperar), pero tuvo la amabilidad de firmarme el póster del encuentro para tener un recuerdo de aquel debate que tanto nos hizo reír. Este año, por suerte, Manel ha vuelto al ELF2H y he podido llevarme mi librito y conseguir esa firma pendiente.


Victoria Álvarez - Tu nombre después de la lluvia y Hojas de dedalera.
La firma de Hojas de dedalera es del año 2012, y la de Tu nombre después de la lluvia es del sábado pasado. ¿Por qué entonces en la dedicatoria más reciente pone "Para Celia, a la que me alegro mucho de haber conocido por fin en persona"? Os cuento: la firma de Hojas... la conseguí en la Feria del Libro de Madrid de 2012, durante mi primera Blogger Lit Con. Por aquel entonces aún no había leído la novela, pero la tenía porque me había llamado mucho el tema y aproveché para ir a la caseta en la que estaba Victoria y que me la firmase. Cuando leí el libro más adelante y, dado que empecé a usar Facebook para poder estar mejor al tanto de las novedades del mundillo literario, acabé entablando contacto con la autora. 
En este último encuentro de Dos Hermanas me presenté por mi nick de Facebook y me reconoció (lo cual me hizo mucha ilusión ^^). De lo que no me acordé es de que nunca le había mencionado que técnicamente ya nos conocíamos (obviamente, ella no se iba a acordar de una desconocida después de tanto tiempo... y menos aún si aquella desconocida estaba tan zombi por haberse pasado el día recorriendo la Feria del Libro de arriba abajo que parecía más muerta que viva X_D). Así que ese es el porqué de esta nueva dedicatoria.


Laura Gallego - Dos velas para el diablo

¡Tengo una firma de Laura Gallego! ¿Tuve que tragarme 4 horas de cola para conseguirla? Pues la verdad es que no. Esta firma la conseguí también en el ELF2H de 2011; Laura hizo la conferencia inaugural de las jornadas, y el día anterior por la tarde estuvo firmando libros. Sí, hubo una cola kilométrica, pero yo tuve la inmensa suerte de tener a alguien que nos guardó un buen sitio casi al inicio. De hecho, creo que fui la 4ª o la 5ª; eso significa que pillé a Laura todavía fresca y con las muñecas sin triturar por sobrecarga de firmas, por lo que pude incluso intercambiar unas palabras con ella. No podría decir exactamente qué palabras eran esas, porque estaba demasiado nerviosa en ese momento y ni las recuerdo... pero oye, ahí queda la experiencia. Dos velas para el diablo es una de mis novelas favoritas de Laura, y el hecho de tener su dedicatoria precisamente en ella significa mucho para mí.



Eduardo Mendoza - Sin noticias de Gurb
Creo que esta es la dedicatoria que más atesoro de todas las que tengo. En la Feria del Libro de Sevilla de 2010, ese evento al que tantísimo cariño le tengo, Eduardo Mendoza fue a ofrecer una charla, no recuerdo si era una conferencia inaugural o algo por el estilo. Mi hermana y yo fuimos a verle muy ilusionadas y, al terminar, nos acercamos en medio de toda la multitud y le tendimos nuestros libros. Ella llevaba su La verdad sobre el caso Savolta, y yo mi Sin noticias de Gurb. Aún me recuerdo perfectamente buscando qué palabras podría decirle cuando lo tuviera delante, hasta que al final me entró la timidez y acabé por no decir nada más allá del "hola" reglamentario y mi nombre cuando me lo preguntó (un defecto mío que, en múltiples ocasiones, resulta un verdadero incordio). También tengo la imagen grabada de estar sentada junto a mi hermana en las escaleras del ayuntamiento, justo después de la firma, intentando descifrar qué leches ponía en las dedicatorias. Transcribo la mía por si no se entiende: "Para Celia, este viaje terrestre de un extraterrestre despistado".


Care Santos - Crypta, Bel: amor más allá de la muerte y Habitaciones cerradas.
Care es la autora que más libros me ha firmado. No sólo están estos tres, sino que también tengo por ahí un La muerte de Venus dedicado para mi hermana. El primero, Crypta, lo gané a través de un concurso de microrrelatos demoníacos que organizó la autora a través de internet para la promoción del libro. Al parecer era el primer ejemplar firmado que había de la novela, y me llegó a casa dedicado literalmente para Cucaracha en su guarida, que era el sobrenombre con el que participé. Confieso que esto me hizo muchísima ilusión.
Pero claro, no es lo mismo recibir un libro firmado por correo que encontrarte cara a cara con el autor y vivir esa experiencia en vivo, así que durante la Feria del Libro de Sevilla de 2011 aproveché la visita de Care para llevarle mi Habitaciones cerradas y soltarle: "yo soy Cucaracha" (su cara de "Pero qué coj...?" fue muy épica). Creo recordar que me dijo que se acordaba de mí y del tema del concurso. Al año siguiente, durante la Blogger Lit Con del 2012 en la Feria de Madrid volvimos a vernos las caras y le llevé mi ejemplar de Bel, ya por puro vicio.


Laura S. B. - El juego de Claudia y El letargo del pájaro de fuego

El juego de Claudia lo conseguí por pura casualidad: había quedado con una amiga para ir a una presentación doble en la que estarían Laura y la autora de Juegos de seducción. Digo que fue por pura casualidad porque, básicamente, me apunté al plan tan solo por el mero hecho de quedar un rato con esa amiga a la que hacía unos meses que no veía. Pero, una vez allí, me llamó la atención el libro y decidí llevármelo aprovechando que estaba allí la autora para dedicármelo. Acabé bebiéndomelo aquella misma tarde.
Más adelante, empecé a leer mucho por internet el título de El letargo del pájaro de fuego. Justo en esos momentos yo andaba buscando temáticas de ciencia ficción, así que lo apunté en mi lista de "libros que conseguir". Acercándose la Feria del Libro de Sevilla de 2012, volví a ver a Laura en un Biblioforum, un evento de tertulia literaria de Sevilla al que suelo ir bastante. Recuerdo que, durante aquella tarde, acabé de convencerme del todo de que tenía que hacerme con ese libro. Así que, durante la Feria del Libro, cuando me encontré a la autora firmando ejemplares, aproveché para comprarlo. Y que conste que llevaba presupuesto limitado y tuve que soltar un libro de Dickens para hacerlo, ¿eh?



Alberto Morán Roa - El rey trasgo

Esta es curiosa porque la "verdadera" dedicatoria está en un marcapáginas en lugar de en el libro en sí. ¿Y eso? A ver, resulta que, el mismo día que me encontré a Laura S. B. en la Feria del Libro de Sevilla, Alberto Morán estaba firmando en el mismo stand. El rey trasgo también estaba en mi lista de libros pendientes; pero con la calderilla que llevaba encima sólo tenía para un libro y, como comentaba antes, en ese momento me apetecía más algo tipo ciencia ficción. Se lo conté tal cual al autor (sí, otra vez. Sí, tengo que dejar de decirle a los escritores que no llevo pasta para comprar sus libros XD) y al final nos dedicó un marcapáginas a mi novio (que venía conmigo) y a mí, con un dibujito y todo.
Después de aquello, volví a ver a Alberto en un par de eventos literarios; pero, por unas razones u otras, al final siempre acababa por no poder comprarme el libro. Finalmente, alguien me regaló El rey trasgo las navidades pasadas, y cuál fue mi sorpresa al abrirlo y encontrarme que ya tenía una dedicatoria. Resulta que la persona que me lo regaló lo había comprado en el Bibliocafé de Valencia y, al parecer, el autor les había dedicado a los mismos dueños de la librería los ejemplares que se venderían allí. Me pareció un detalle tan simpático que decidí que no iba a "mancillar" ese ejemplar con otra firma. Así que la verdadera dedicatoria se ha quedado así: anexa en un marcapáginas.



Sandra C. Gallegos - Días sin fin.
Conozco a Sandra desde hace un buen puñado de años gracias, principalmente, a la saga Los juegos del hambre. Tengo todos sus libros; el primero de ellos, que fue la primera edición de Magia medieval, lo compré en librerías. Debido a varias causas (sobre todo a que tengo la cabeza a las tres de la tarde y se me olvida), nunca lo llevaba envima cuando me encontraba con ella y por eso sigue sin firmar. Días sin fin, si no recuerdo mal, se lo compré directamente a la propia Sandra, por lo que pudo dedicármelo antes de enviármelo. Lo guardo con mucho cariño porque me hace muchísima ilusión que una amiga mía persiga mi mismo sueño y que, además, se lo esté montando tan bien para conseguirlo. No sé, esas cosas llegan a la patata.
Por cierto (y esto lo comento por presumir y ya está, para qué negarlo); mi nombre aparece en los agradecimientos de su antología Trece ^^ .


Saskia Hidalgo - El poeta (relato incluido en la antología El escritor).
Saskia es otra amiga a la que conocí de la misma forma que a Sandra y con la que también he seguido manteniendo el contacto. Hace un par de años, las tres participamos en una antología de relatos de 1000 palabras organizada a partir de un concurso. Mi intención era ir consiguiendo la dedicatoria de todos los autores participantes (dentro de mis posibilidades geográficas), pero la idea fue cayendo poco a poco en el olvido. Sin embargo, no podía faltar la firma de Saskia; tener un proyecto en común me parece algo muy bonito y quería tener ese recuerdo. Teniendo en cuenta lo mucho que siempre me ha apoyado en mis andaduras literarias, es un orgullo tener un relato suyo dedicado.


David López Rodriguez - Filippo: amor reencarnado.
A David lo conocí debido a que ambos participamos en la antología 152 rosas blancas. Por líos relacionados con una presentación de la antología que se iba a organizar en la Feria del Libro de Granada (2014) y que al final no tuvo lugar, al final acabé animándome a ir a la presentación del Filippo de David. Desde entonces hemos estado en contacto, y nunca me cansaré de repetir lo mucho que me ha ayudado con la promoción de mi Ontromus. La verdad es que este libro firmado es un buen recuerdo de aquella feria, que no tuvo ningún desperdicio.


José Antonio Cotrina - La cosecha de Samhein.
Esta me encanta. También la conseguí en la Blogger Lit Con de 2012 (¡qué gran año!). Para quienes no han asistido al evento, os cuento que normalmente la gente lleva una tarjetita en el pechamen indicando su nick y la URL de su blog. Así que, efectivamente, me pasé el día recorriéndome la Feria del Libro de Madrid con un cartelito enorme (me pasé un poco con el tamaño) en el que ponía "Yo soy CUCARACHA". Groot estaría orgulloso. El caso es que llegué al stand en el que estaba José Antonio Cotrina, libro en mano, y se lo tendí. Al ir a cogerlo, escuché que alguien le decía: "¡Mira, José Antonio! ¿Has visto el nombre que tiene puesto?". Y entonces Cotrina vio mi "tarjetita" y se empezó a descojonar vivo. Al final no pudo resistirse y me puso esa dedicatoria que veis. Y qué queréis que os diga, yo encantada de ir por ahí haciendo reír a la gente :P


Carolina Iñesta Quesada - El guardián de los secretos.
Este libro también lo conseguí en una BLC, esta vez en la de 2013. Carolina (ahora también conocida como Catherine Roberts) fue muy maja, estuvimos hablando un ratito y me preguntó si también escribía: de ahí lo de "que ama la literatura". 


Javier Ruescas - Play y Show.
Ni idea de por qué la primera foto sale tan naranja. Celia 18 - Cámara 1.
Una vez más, ambos libros los conseguí en la BLC 2013 (¡benditas BLC!). Play lo compré, pero Show me tocó de regalo gracias a una encuesta que hice fingiendo que había leído 50 sombras de Grey. No me juzguéis: mentí como una bellaca, pero es que no me interesan nada las 50 sombras y un libro gratis es un libro gratis.
Así que aproveché para que Javier me los firmara. Cabe decir que, después de esperar media hora de cola, cuando me tocó el turno el autor ya tenía una cara desesperada de "quiero irme a dormir" que daba penilla. Pero, aún así, se curró dos dedicatorias de página entera con sus dibujetes incluidos. Se agradece.


Carlos Ruiz Zafón - La sombra del viento.
Esta la he dejado para el final porque (por muy ñoño que suene) cuando la miro no siento absolutamente nada. Ni vi la cara de Zafón mientras lo firmaba, ni puedo evocar el calorcillo de un recuerdo feliz relacionado con la firma... Lo único bueno que recuerdo fue la estupenda compañía junto a la que soporté aquella interminable hora de cola al sol de junio durante la BLC 2012. Cuando al fin llegué al stand, lo único que encontré fue a un desconocido que me pidió el libro y me preguntó mi nombre. Ese desconocido se lo pasó a Zafón, que lo garabateó sin ni siquiera mirarme, y luego otro desconocido diferente me lo devolvió. 
A ver, entiendo que siendo un autor supeventas haya que acelerar un poco el proceso y que no pueda pararse mucho tiempo con cada persona (y también entiendo que tal vez aquella forma de hacer las cosas no fuese idea suya), pero lo que busca la gente al ir a una firma de libros no es una fábrica de firmar, que yo sepa. Como mínimo mínimísimo, dejad que el autor sea quien agarre el libro, leches.

Y ya por último...


Aún me duele no haber ido al Celsius 232... Snif...

En fin, amigos cucarachos, estos son todos mis libros dedicados. Espero que os haya gustado. Si habéis leído hasta el final, ¡enhorabuena! Habéis ganado... cosas. Cosas nazis.

¿Y vosotros? Contadme: ¿tenéis libros firmados? ¿A cuáles les tenéis más cariño?

Un besote y ¡nos vemos!

Ah, pero ¿yo tenia un blog personal?

Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida martes, agosto 19, 2014

*Llamando a la puerta* ¿Hola? ¿Queda alguien que se asome todavía por aquí?

Pues sí que hacía tiempo que no escribía nada en este blog. De hecho, esta es la primera entrada del año 2014. Nunca me había pasado tanto tiempo sin escribir ni siquiera una entrada cortita. Siendo sincera, no me siento culpable por ello; creo que siempre hay que adaptarse a las circunstancias de la vida, y si eso conlleva dejar algunos proyectos en reposo durante una temporada... pues qué le vamos a hacer.

Pero no creo que una pausa larga suponga el fin de todo un blog que, a pesar de todo, lleva sobreviviendo ya 5 añitos. Así que aquí estoy, sin ninguna idea de qué contar pero con ganas de decir algo. 

En estos meses ha habido cambios drásticos y cosas que no han cambiado un ápice. Yo sigo ahí sin para de hacer cosas. Terminé mis estudios y ahora estoy organizando mis perspectivas futuras. Respecto a la literatura, ha sido un año muy productivo. La promoción de Ontromus está yendo genial a mi parecer, y todavía quedan varios pasos que dar en ese sentido; de todo eso ya hablo largo y tendido en el blog de la novela, por si queréis saber más detalles de nuestras cafrerías. También sigo escribiendo; escribo cuentos, esquemas de nuevas historias y también le dedico tiempo a mi eterna novela inacabada. Ah, y sigo intentando buscarle un hueco a aquel manuscrito que al final no me publicaron. Tengo una corazonada con él, aunque a lo mejor es simplemente un revoltijo de sueños y esperanzas.

¿Cuáles son las perspectivas de este blog? Pues la verdad es que no lo sé. Lo que tengo claro es que no lo voy a cerrar: no prometo actualizaciones frecuentes, porque sé que no lo cumpliría, y ni siquiera sé qué voy a escribir en él a partir de ahora. Pero como tampoco molesta estando abierto, pues no creo que merezca la pena comerse la cabeza con el tema :P

Pero, dejando un poco al lado la frialdad, lo cierto es que me gustaría seguir escribiendo regularmente, aunque sea una vez al mes. Sigo sintiendo que tengo cosas que contar, aunque sean las chorradicas y reflexiones que no cuento en ningún sitio más por no encajar en otros lugares. Tal vez siga con las reseñas, no sólo de libros sino también de películas, series o videojuegos, o tal vez me dedique a subir fotos con las manualidades que estoy haciendo últimamente (un nuevo hobby que encontré durante las Jornadas Tierra de Nadie 2014). Incluso puede que caiga algún vídeo. Seguramente sea un poco de todo: son muchos los proyectos y las ideas que tengo en mente.

Y dicho esto, sólo queda despedirme y decir esa palabra que tanto me gusta:

VOLVERÉ.

¡Un saludo!