Sinsajo, un intenso final (SPOILERS)
Escrito por las patitas de Cucaracha en su guarida martes, septiembre 14, 2010
Ya intuí y comenté después de terminar En Llamas (la segunda parte de la trilogía de Los Juegos del Hambre) que, analizando los acontecimientos y los últimos giros que había sufrido la acción de la historia, esperaba un gran final emocionante y rotundo, que no se quedase a medio camino de un clímax que nunca llegaría, como me ha sucedido varias veces con otros libros que pintaban bastante bien y resultaron ser una terrible decepción pastelosa y tópica. Y, en mi humilde opinión, mi intuición fue acertada. Suzanne Collins, bravo por ti.
Sinsajo me ha impresionado. Me ha hecho sonreír, me ha hecho sufrir, me ha hecho pasar verdaderos momentos de tensión y casi llorar, y pasar la última página con una sensación angustiosa aún oprimiéndome por dentro. Es la angustia producida por la crudeza del reflejo de la vida real, ésa en la que nadie ni nada está realmente a salvo y puede desaparecer en cualquier momento, sin papel protagonista o preferente que pueda salvarlos, dando giros vertiginosos que nadie podría adivinar ni mucho menos desear y han de ser aceptados para poder sobrevivir. Porque, si hay algo que podemos encontrar indiscutiblemente en el libro es realismo, crudeza. Siempre hubo bastante en los otros dos libros, pero siempre con cierta moderación. No ha sido hasta esta tercera parte, el cúlmen de la historia, que se ha desatado la verdadera guerra que se venía entreviendo desde las primeras páginas de Los Juegos del Hambre: la guerra entre el Capitolio y los rebeldes esclavizados en los Distritos. ¿Qué otra trama final podría tener un argumento como éste? Y, como todas las guerras, traen consigo mil episodios de diferentes dramas, una tragedia fría y despiadada en la que los inocentes acaban sufriendo por aquello de lo que no son apenas conscientes.
Encuentro muy interesante la visión que se nos da de esta guerra a través de las páginas de Sinsajo, puesto que la protagonista sufre sus efectos desde distintos roles, siendo tanto una víctima desarmada que se refugia de un bombardeo junto a su pueblo en un búnker bajo tierra, como una líder, una cara pública y una soldado en primera línea de batalla, encarando la oleada de sangre y mutilación que supone este papel. Y, como pilar principal de todo esto, la reflexión. En varios momentos de la saga ha sido resaltada la estupidez humana a la hora de proteger lo que a la larga se convertirá en su propia supervivencia, y el extremo de crueldad al que puede llegar por metas más codiciadas, como el poder o el completo bienestar de algunos a cambio de la penuria de muchos. Los juegos en sí, aquellos de los que partió la trama de esta trilogía, ya son un fantástico ejemplo, una profunda crítica de por sí, pero la demostración más rotunda nos llega en éste último libro.
Aparte de la intensidad de la trama y el fuerte mensaje que lleva de la mano, otro punto positivo que destaco es la evolución de los personajes. Me alegro, de verdad que me alegro muchísimo de que la autora no se haya conformado con desarrollar uno más de los triángulos amorosos que tan en auge están ahora, mientras el resto de personajes bailan a su alrededor. Por suerte, parece que Collins tenía las ideas claras desde el principio y no se ha dejado llevar por una idea tan facilona; ha dejado el tema amorío un poco aparcado, y se ha centrado en mostrar los cambios que los eventos trágicos como la rebelión de los distritos y el contraataque del Capitolio tienen en las personas involucradas, y en su forma de mirar las cosas. Al fin ha aparecido un Peeta interesante como personaje, con la mente perturbada con las torturas de Snow. Creo que en ese periodo de tiempo de histeria mental adquirió la garra que le había faltado en los dos primeros libros. El Gale deseante de acción que conocíamos al fin obtuvo oportunidad de saciar su hambre, aunque al final eso le costase su relación con Katniss. Pese a que me dejó un mal sabor de boca, pienso que la evolución de ese "distanciamiento" fue tan progresiva que lo tomé por algo natural. Un beso apasionado entre ellos al final hubiera resultado demasiado forzado y poco creíble, por lo que al final se convirtió en un claro ejemplo de una intensa amistad dada de sí y quebrantada por la acción de una fuerza mayor. No estoy segura de haber notado alguna evolución en el personaje de Katniss, o a lo mejor ha sido demasiado sutil para darme cuenta. Pero sigo pensando que me encanta como protagonista, que es un soplo de aire fresco para el panorama de las protagonistas femeninas y jóvenes (un soplo de fuerza, independencia y personalidad, ejem ejem...).
Pero, según lo veo yo, el cambio más significativo a nivel de personaje se encuentra en la hermanita de Katniss, Prim. Impacta pensar en la pequeña niña dulce e inocente del principio, que sufría por el duro mundo en el que se veía obligada a vivir, y que se salvó por los pelos de morir en manos de otros esclavos que querían sobrevivir a los Juegos gracias al sacrificio de su hermana. Impacta si pensamos en lo que se vio obligada a soportar durante su transformación. Si ya vimos muestras del cambio de Prim en el segundo libro, aquí lo vemos en su totalidad. La muestra de una niña que tuvo que crecer a la velocidad de la luz para adaptarse a los tiempos difíciles, que sacrificó la seguridad de la niñez para intentar mantener la vida de otros. Y como broche final su muerte, el que considero el momento más duro de toda la saga; repentina, despiadada, mientras intentaba salvar a otros niños inocentes, aquello que una vez fue. El ejemplo perfecto de los estragos que podemos llegar a causar por un sentimiento egoísta disfrazado de justicia, un llamamiento a la reflexión sobre si de verdad tenemos derecho a arrebatarle la niñez y la vida a los inocentes.
En resumen, exceptuando el escaso epílogo (que, he de añadir, aunque incluya alos reglamentarios hijos de los protagonistas, no me parece tanto un final cursi como una muestra de la vida que resurge de las cenizas, un poco de esperanza después de la tormenta), creo que tengo entre las manos un GRAN final para una buena trilogía, qu ha cumplido con mis espectativas. No tantas veces un libro que me ha dejado tan mal sabor de boca al final me ha gustado tanto.
"Remember, my child: Without innocence the cross is only iron,
Hope is only an illusion and Ocean Soul's nothing but a name..."
Hope is only an illusion and Ocean Soul's nothing but a name..."
Estoy de acuerdo contigo en casi todo especialmente en lo de que el distanciamiento de Katniss y Gale sucede de forma natural y en la evolución de Prim como personaje, su muerte es la más dura tanto por su corta edad y su capacidad de sacrificio tanto porque Katniss se metio en todo este berenjenal para salvarla a ella aunque bueno su muerte evita que una nueva tirana se haga con el poder.